
Rep Imagenol Dentomaxilofacial 2024 julio-diciembre; 3(2): 2024030201
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e-ISSN: 2791-1888|
EDITORIAL
exposición a la radiación. Este cambio también permitió una visualización más rápida y precisa, así como
la capacidad de almacenar y compartir imágenes electrónicamente, lo que mejoró la colaboración entre
profesionales. Las radiografías digitales utilizan sensores electrónicos en lugar de películas tradicionales.
Estos sensores capturan las imágenes más rápidamente y permiten realizar ajustes de contraste y brillo
de manera inmediata. Además, la capacidad de almacenar las imágenes en formato digital facilita su
conservación y acceso a largo plazo, mejorando la gestión de los historiales clínicos de los pacientes
2
.
En la primera década del siglo XXI, se introdujeron tecnologías más avanzadas, como la tomografía
computarizada de haz cónico (CBCT, por sus siglas en inglés). La CBCT es una técnica de imagen 3D que
proporciona detalles mucho más precisos que las radiografías tradicionales
3
. Es especialmente útil en
la planicación de cirugías dentales complejas, como la implantología dental, las cirugías maxilofaciales
y el diagnóstico de enfermedades de la articulación temporomandibular (ATM). La principal ventaja
de la CBCT es su capacidad para generar imágenes tridimensionales de todo el macizo craneofacial
4
. Esto permite a los odontólogos evaluar con mayor precisión la anatomía dental y realizar planes
de tratamiento más efectivos, reduciendo el riesgo de complicaciones y mejorando los resultados
quirúrgicos.
La resonancia magnética (RM) es ampliamente utilizada en el diagnóstico médico, en odontología
también ha ganado espacios paulatinamente, especialmente en la evaluación de tejidos blandos y en
el diagnóstico de problemas en la ATM
5
. Este método de estudio por imagen es útil para visualizar
estructuras que no se pueden evaluar adecuadamente con radiografías o tomografías, como los
músculos, ligamentos y en la ATM permite la localización del disco articular. En odontología, la RM se
utiliza principalmente para el diagnóstico de trastornos de la ATM, glándulas salivales, neoplasias, así
como para la evaluación de tejidos blandos en la cavidad oral y en los tejidos adyacentes. En la actualidad
se utiliza cada vez más como herramienta de diagnóstico para visualizar el complejo dentoalveolar, se
utiliza para cefalometría en ortodoncia y ortopedia dentofacial, detección de inamación de la pulpa
dental, caracterización de patologías periodontales periapical y marginal de los dientes, detección
de caries, dientes impactados y anatomía dentofacial para la planicación de implantes dentales. Su
principal ventaja es que no utiliza radiación ionizante, pero sus altos costos son una de sus principales
limitaciones
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.
En los últimos años, la inteligencia articial (IA) ha comenzado a integrarse en la odontología,
especialmente en la interpretación de imágenes dentales. Los algoritmos de IA tienen la capacidad
de analizar grandes volúmenes de imágenes en poco tiempo, detectando patrones y anomalías que
podrían pasar desapercibidos para los odontólogos. Esto mejora la precisión del diagnóstico, acelera el
proceso de revisión de imágenes y reduce el riesgo de errores humanos.
La IA también está siendo utilizada en la detección temprana de caries, enfermedades periodontales
entre otras. Herramientas de IA pueden ayudar a los odontólogos a identicar problemas con
mayor rapidez y exactitud, mejorando la eciencia y los resultados del tratamiento
7
. Además, el uso
de tecnologías como la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) está comenzando a ser
explorado para asistir en procedimientos de planicación quirúrgica, enseñanza dental y simulación de
tratamientos
7,8
. Desde el descubrimiento de los rayos X en 1895 hasta la integración de la inteligencia